Los vegetarianos ya pueden tomar chorizo y morcilla. Por contradictorio que parezca, en el mercado ya se pueden encontrar embutidos fabricados con vegetales ecológicos, así como filetes de tofu, salchichas, hamburguesas sin carne, etc.

Los fabricantes de embutido para veganos aseguran que el secreto que rodea a estos productos son las especias. Con una buena condimentación se puede conseguir un sabor muy similar al de los productos originales, los realizados con carne y de una forma tradicional.

Estos embutidos para los veganos ya se encuentran en herbolarios, tiendas de dietética y algunos supermercados. Su precio está un poco por encima de los embutidos tradicionales. Estos chorizos vegetarianos son ideales para su consumo en crudo o cocinados, aunque cocinados tienen un sabor más definido. Incluso podemos hacer una deliciosa barbacoa con ellos.

El resultado obtenido es sorprendente, un producto alimenticio con todas las garantías de calidad, y más saludable que los embutidos clásicos.

Salamis, salchichones, chorizos, chopped, morcillas, mortadela… Cualquier opción es posible, pero sin carne. Ideales para usar en rodajas directamente dentro de un sándwich, hacer a la parrilla rodajas gruesas, o cualquier otro uso.

Entre los ingredientes que suelen utilizarse encontramos: alubias y otras legumbres, harina de arroz, arroz hervido, aceitunas, vino tinto, ajo, cebolla, azúcar, colorante, pimienta negra en grano y molida, nuez moscadas, pimientos, setas, féculas y almidones de mandioca, etc.

El tratamiento correcto exige cocinar estos ingredientes el tiempo necesario. Una vez hervidos, esta mezcla puede durar una semana como máximo en refrigeración; a partir de ese tiempo pueden fermentar.

La masa base del embutido para veganos se formará haciendo un puré con alubias, arroz hervido, calabaza, etc., mezclando con los diferentes condimentos y verduras troceadas. Es importante no aportar un exceso de líquido, y filtrar bien el agua de cocción. La fase de embutido de compactado y atado es también muy importante.

Las personas que no consumen carne, ni tampoco ningún producto de origen animal, como es el caso de los veganos, tienen un mayor porcentaje de bacterias protectoras en la flora intestinal. También hay que saber que los productos derivados de la carne nos aportan algunos nutrientes muy importantes para nuestro organismo, como es el caso del hierro y la vitamina D y vitamina B12, entre otros.

En la actualidad, este tipo de nutrientes de la carne pueden compensarse llevando a cabo una dieta bien equilibrada de otro tipo de alimentos.